Columna Diario SUR. Sábado, 19 de julio 2014
'Vaso Medio Lleno' por Jacqueline Campos
Según las previsiones de la
CEOE es posible que se creen en el segundo semestre de este año aproximadamente
300.000 puestos de trabajo en toda España. Dando certeza a este pronóstico optimista,
esto podría significar una media de creación de 500 o 600.000 puestos de
trabajo a partir del próximo año, lo cual supone a su vez que necesitaríamos entre
8 o 9 años para recuperar los 4 millones o más de empleos que hemos ido dejando
en el camino en el largo y triste recorrido de la durísima crisis que nos asola
desde hace años. Resulta realmente desalentador pensar que necesitaremos
todavía muchos años, casi una nueva generación, para recuperar el empleo que
existía antes de la crisis.
Es verdad, por tornar nuestros
ojos hacia el lado positivo, que de nuevo vamos a tener un buen año turístico.
Pero está demostrado, pese a que somos acérrimos defensores del sector turístico,
que el turismo vacacional por su intensa estacionalidad y por la tradicional
mala gestión institucional del sector, no es suficiente para tirar por si sólo
del peso granítico que supone una sociedad cada vez más envejecida y menos
productiva y de unas administraciones públicas manifiestamente desproporcionadas
en cuanto a la relación de tamaño y eficacia. También es cierto que los bancos
están quitándose de encima como pueden las inmensas masas de inmuebles que
lastran sus balances y con ello mejoran las posibilidades de financiar a las
empresas, y que muchos fondos buitres están apostando por llevarse los máximos
despojos posibles.
Pero ambas circunstancias,
aunque no dejan de ser buenos indicadores no hacen cambiar el desaliento que
padece la mayor parte de la sociedad española y que está creando una
desafección cada vez mayor hacia todas las instituciones sin distinción alguna
y, muy especialmente, hacia los partidos políticos tradicionales situándonos en
una deriva que no sabemos hacia donde nos llevará. De la misma forma que ocurre
a nivel provincial y local aunque nuestra vinculación con el turismo vacacional
y residencial, éste
último tan maltratado institucional y fiscalmente, nos pueden dar algunos rayos
de esperanza.
Digo esto, porque entre
tanta desazón, nos llega la buena noticia de que los responsables de la Guía
Michelin han elegido Marbella para presentar su Guía 2015 y, además, en un mes
no veraniego como es noviembre. Todo ello gracias a la emisión de un informe en
el que se realza la gran reputación de la marca Marbella. Y es que,
perseverando en la visión positiva de la realidad, Marbella debe tanto al
sector de la restauración, con sus más de 800 restaurantes según los datos de
Trip Advisor, que además de las merecidas medallas otorgadas a egregias figuras
individuales de las que Marbella puede presumir, el propio gremio en sí bien
merecería un reconocimiento general. Un auténtico monumento de distinción
colectiva por ser siempre tan innovador, creativo, internacional, variado,
emprendedor y laborioso.
La marca Marbella es un
extraordinario activo que debemos a varias generaciones de grandes
personalidades, de una importancia tal que debe ser gestionada con
profesionalidad, visión universal y con una estrategia bien diseñada a medio y
largo plazo. Si esto se hace así, sin
duda alguna, nuestra ciudad saldrá fortalecida de esta maldita crisis.