Columna Diario SUR. Sábado, 21 de junio 2014
'¿A Qué Estamos Esperando?' por Jacqueline Campos
3.000
millones de euros es la nada desdeñable cantidad que nos ha dejado el turismo
cultural en Andalucía el año pasado, según aseguran los expertos investigadores
de mercados. Me alegra que más de seis millones de personas, en su mayoría
españolas, hayan elegido nuestra región para satisfacer su interés cultural.
También me enorgullece que cuatro ciudades andaluzas estén en el ranking de las
diez más importantes de España en lo que ahora llaman turismo cultural. Son
Córdoba, Granada, Sevilla y Málaga. A este respecto, me gustaría decir que las
tres primeras lo tienen muy fácil debido a la riqueza arquitectónica e
histórica que poseen, pero es que Málaga se lo ha ganado a pulso con la
creación y puesta en marcha de actuales y futuros museos. La ciudad en sí se ha
convertido, de esta forma, en una auténtica pinacoteca.
Son
acciones que consolidan y posicionan una ciudad y que contribuyen al
crecimiento económico de una comunidad autónoma, tal y como expresaba con
orgullo el máximo mandatario en materia turística de Andalucía. Pero además, el
perfil de viajero que se mueve por esta motivación cultural es una persona de
mediana edad con estudios y que realiza un alto gasto diario. La conclusión es que
hay que reconocer el trabajo realizado por el consistorio malagueño que desde
hace años ha estado bien dirigido para conseguir esa, cada vez más importante,
infraestructura cultural de la que viene dotándose la capital de nuestra
provincia hasta el punto de igualarse a ciudades de tanta tradición cultural e
histórica como son Sevilla, Granada o Córdoba.
Este
segmento turístico, el cultural, tiene unos efectos muy positivos para un
destino, puesto que le otorga unos rasgos de cualificación innegables al mismo
tiempo que da soporte a programas de desestacionalización turística tan
importantes para el sector. En definitiva, que complementa todas las actividades
que de alguna manera confluyen en turismo urbano, gastronomía, de compras y
otros muy diversos. Desde luego me da sana envidia, visto desde la mirilla de
nuestra ciudad, porque en el aspecto cultural y, concretamente, en el segmento
de turismo de esta clase estamos realmente en mantillas ante la inexistencia de
un mínimo de instalaciones e infraestructuras culturales.
Creo
que ahora, más que nunca, deberíamos reclamar espacios para albergar cultura y
propuestas de diferente índole para complementar al máximo la labor que, estoy
segura, realizan los responsables en esta materia y me consta que siempre bajo
mínimos presupuestos. No sé si echándole imaginación o a golpe de
conversaciones y negociaciones, pero deberíamos estar a la altura de las
ciudades que son capaces de captar este tipo de interés viajero con lo que ello
conlleva para beneficio de muchos. Ese espacio Thyssen que tanto se cacarea
desde hace unos meses podría ser el comienzo de una serie de proyectos que
tanto nos dignificarían y que quedaron estancados después de la apertura, hace
ya dos décadas, del Museo del Grabado Español Contemporáneo. Si como dice la
baronesa, Marbella es una ciudad que cada día crece más y en la que todo está
en auge, ¿a qué estamos esperando?