'El Sablazo'

COLUMNA DIARIO SUR. Sábado, 15 agosto 2015.
'El Sablazo' por Jacqueline Campos



Inmóvil se le tuvo que quedar el píloro a Ignacio cuando vio la cuenta del almuerzo que disponía a hacer su apacible digestión y que, por supuesto, ni las playas paradisiacas de Formentera fueron capaces de ayudar a olvidar el presunto asalto a mano armada al pobre hombre. Pero, desde luego, nada comparable al actual estado de tráquea que se le ha debido quedar al propietario del ya famoso restaurante en todas las redes sociales y medios de comunicación que se han hecho eco de semejante sablazo.  En pocas horas la polémica factura del verano pasó de internet a las redacciones para terminar en la opinión pública y en un posterior análisis de lo que, por desgracia, es una práctica para ‘algunos’ en el mes de agosto allí donde se concentra el turismo.

Gracias a la genial idea que tuvo la víctima en cuestión, dudo que al dueño del local se le ocurra volver a cobrar 337 euros por un pescado al horno, una copa de verdejo y una ensalada. Por mucho que haya salido al paso de las críticas diciendo que le sorprende el revuelo causado ya que es el cliente quien elige meterse en su restaurante atraído por el ambiente y con el valor añadido de comer allí. Pues mire usted, mucho me temo que si nuestro comensal hubiese tenido la información precisa y correcta de lo que iba a degustar, le digo yo que nanai de la China se iba a haber quedado con las manos en alto para someterse a semejante abuso. Que ya nos sabemos todos la milonga de lo del precio según mercado y que, por cierto, se trata de una frase en carta expresamente prohibida.


Habría que recordar a los que intentan hacer el verano con casos como éste, que la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, así como otras leyes complementarias, establece que se debe indicar todos los precios de los productos o servicios en la carta, independientemente de sus variaciones de precios en el mercado. Y si se trata de restaurantes de primera categoría, también tienen obligación de exhibir la carta con sus precios en el exterior de los mismos. El SM o según mercado puede ser la excusa perfecta para los precios en vacaciones o días festivos y, desde luego, no hay derecho que no se tenga ningún tipo de consideración y respeto hacia los que nos dan de comer en temporada alta y añoramos en vacas flacas. Son o somos turistas, no tontos.

La calidad en un establecimiento no tiene porque que estar vinculada ni al engaño ni a la trampa, como bien expresaba Ignacio en las redes acompañando la fotografía de la mencionada cuenta. Y digo más, por mucha concurrencia de miembros de la realeza, millonarios o farándula asidua a un local no significa que se deba tener licencia para matar a los que después mantienen el lugar abierto el resto de la temporada. Además, solo hay que darse una vuelta por los lugares apellidados como top, chic o mejores del mundo para constatar que la calidad no tiene porque ser tan insultantemente cara. Y esto no debería quedarse en una mera anécdota ajena a nuestros lares porque también en Marbella algunos deberían tomar nota.



'Ojú Que Caló'

COLUMNA DIARIO SUR. Sábado, 8 agosto 2015.
'Ojú que Caló' por Jacqueline Campos



Los calores de este verano parece que van a batir records, no solo estadísticos sino también en la memoria de los mayores. Hay algunos que me han comentado que no recordaban haber sufrido tan altas temperaturas desde los tiempos de su juventud. Esta circunstancia climatológica es algo que puede suponer graves peligros para la salud de las personas, especialmente aquellas que por su edad o condiciones personales puedan tener mayor debilidad, especialmente en zonas de interior donde estas altas temperaturas llegan a producir situaciones de alerta de alto nivel.


Los casos de deshidratación son muy frecuentes y al mismo tiempo también de manera contradictoria, se manifiestan frecuentes resfriados por los contrastes de temperaturas en los recintos cerrados donde el aire acondicionado es obligado. Por cierto, abríguense bien si van a viajar en el AVE porque las gélidas temperaturas que se imponen en sus vagones son difíciles de soportar si no es precavido y se lleva alguna ropa de abrigo.


En fin, pero no todo es malo con las altas temperaturas ya que también es cierto que esas duras condiciones de vida en el interior hace que todavía más personas se vean obligadas a venirse a las zonas marítimas. Costas como la nuestra que, aunque calurosas también, al menos disponen de esas corrientes de aires o de vientos influidos por el mar que dan ese alivio de fresquito que, al menos a ciertas horas, permite respirar un poco tranquilo.


Así que huyendo del calor sofocante, obligados por las imperativas vacaciones de agosto o por el agobio de las grandes ciudades, nos encontramos con un nuevo mes lleno a rebosar más que nunca. No sé si cabemos más personas ya en este Marbella que a pesar de su extensión tiene puntos, llamemos débiles o si lo prefieren negros, donde en el mes de agosto es difícil de transitar. Aunque como dice el refrán, por mucho trigo nunca es mal año, así que esperemos que tantos turistas y visitantes sirvan para eso, para que haya mucho trigo en esta ciudad, para soportar el que después todos llamamos, o sufrimos, largo invierno.


Pena que los malditos conflictos políticos internacionales y la bajada del rublo, hayan disminuido la presencia de turistas rusos y, sobre todo, hayan reducido considerablemente las inversiones inmobiliarias de los ciudadanos de la gran Rusia, porque era lo que hubiera faltado, y se nota. Como también se palpa la ausencia de turistas de Arabia Saudí aunque, por otro lado, si que se observa una considerable presencia de turistas marroquíes a quienes se les puede ver por los más importantes centros comerciales haciendo sus compras.


Ya lo único que nos haría falta es que este agobio multitudinario que caracteriza la época central del verano se complementara con un buen septiembre. Un mes en el que, obviamente, no se puede hablar ni por asomo del número de visitantes de agosto pero que, sin embargo, suele traernos turistas de alto nivel económico y generoso, gracias a lo cual nuestras estadísticas en cuanto gasto medio de los turistas, mejora sensiblemente.

'Blue Moon'

COLUMNA DIARIO SUR. Sábado, 1 agosto 2015.
'Blue Moon' por Jacqueline Campos


La noche de ayer, la última de julio, fue escenario de la luna azul, la llamada ‘blue moon’ que sólo se deja ver cada tres años. Se llama azul pero no la vimos de ese color, sino en los tonos blancos, grises o plateados que apreciamos normalmente. Más o menos como ocurre con los príncipes. El caso es que este mes hemos tenido dos lunas llenas y la de anoche fue la segunda, quizás el motivo por el que hasta la presidenta de la Junta dio a luz a su primer hijo. Ya sabemos que el parto ha sido por cesárea programada y que la creencia popular de que la citada fase lunar influye en la frecuencia de nacimientos es un tanto dudosa pero, aunque sea de vez en cuando, hay que seguir creyendo en la magia.


Durante las últimas semanas han circulado en las redes sociales todo tipo de comentarios acerca de lo que, parece ser, estaba ocurriendo en el hospital público Virgen de Valme de Dos Hermanas, donde trabaja la ginecóloga que ha atendido el embarazo y parto de Susana Díaz. Las reformas de paredes, inmobiliario y medidas de seguridad llevadas a cabo en el centro hospitalario con motivo de la visita y presencia de la primera autoridad de la comunidad autónoma no han sido bien acogidas por el propio personal sanitario ni por los usuarios e internautas. Opinan que se ha dado prioridad a una serie de comodidades en vez de solucionar carencias como la falta de personal y de materiales debido a los recortes aplicados en el mencionado hospital.


Hablar de un parto VIP y de mejoras contrarreloj para lucir ante las cámaras al igual que afirmar una utilización de la sanidad pública como instrumento político, quizás sea un tanto exagerado. Si que es cierto que sólo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena y, en este caso, la dotación de más y mejores condiciones sanitarias en nuestros hospitales deberían ser objetivos prioritarios, pero no sólo en Andalucía sino en todo el país. Qué pena que nuestra presidenta no haya optado por que su primogénito hubiera visto la primera luz en Marbella y así estamos seguros que, finalmente, se hubieran terminado las obras en el Hospital Costa del Sol, que bien le hubiera venido ese empujoncito.



Lo mismo que nos hubiera venido de maravilla que el dinero de las responsabilidades del caso Malaya fuera a favor del Ayuntamiento de Marbella puesto que al final la que ha resultado perjudicada por los delitos de Roca y compañía  ha sido nuestra ciudad. Lamentablemente, quizá con razón legal pero desde luego no moral, el Tribunal Supremo ha decidido que corresponde al Estado. Pero eso no quita para que animemos al Consistorio a pelear duramente para que la administración central compense si no en todo, sí al menos en buena parte de esas indemnizaciones a nuestro ayuntamiento y, con ello, poder revertir parte de lo que una serie de funestos personajes nos robaron.