'Ojú Que Caló'

COLUMNA DIARIO SUR. Sábado, 8 agosto 2015.
'Ojú que Caló' por Jacqueline Campos



Los calores de este verano parece que van a batir records, no solo estadísticos sino también en la memoria de los mayores. Hay algunos que me han comentado que no recordaban haber sufrido tan altas temperaturas desde los tiempos de su juventud. Esta circunstancia climatológica es algo que puede suponer graves peligros para la salud de las personas, especialmente aquellas que por su edad o condiciones personales puedan tener mayor debilidad, especialmente en zonas de interior donde estas altas temperaturas llegan a producir situaciones de alerta de alto nivel.


Los casos de deshidratación son muy frecuentes y al mismo tiempo también de manera contradictoria, se manifiestan frecuentes resfriados por los contrastes de temperaturas en los recintos cerrados donde el aire acondicionado es obligado. Por cierto, abríguense bien si van a viajar en el AVE porque las gélidas temperaturas que se imponen en sus vagones son difíciles de soportar si no es precavido y se lleva alguna ropa de abrigo.


En fin, pero no todo es malo con las altas temperaturas ya que también es cierto que esas duras condiciones de vida en el interior hace que todavía más personas se vean obligadas a venirse a las zonas marítimas. Costas como la nuestra que, aunque calurosas también, al menos disponen de esas corrientes de aires o de vientos influidos por el mar que dan ese alivio de fresquito que, al menos a ciertas horas, permite respirar un poco tranquilo.


Así que huyendo del calor sofocante, obligados por las imperativas vacaciones de agosto o por el agobio de las grandes ciudades, nos encontramos con un nuevo mes lleno a rebosar más que nunca. No sé si cabemos más personas ya en este Marbella que a pesar de su extensión tiene puntos, llamemos débiles o si lo prefieren negros, donde en el mes de agosto es difícil de transitar. Aunque como dice el refrán, por mucho trigo nunca es mal año, así que esperemos que tantos turistas y visitantes sirvan para eso, para que haya mucho trigo en esta ciudad, para soportar el que después todos llamamos, o sufrimos, largo invierno.


Pena que los malditos conflictos políticos internacionales y la bajada del rublo, hayan disminuido la presencia de turistas rusos y, sobre todo, hayan reducido considerablemente las inversiones inmobiliarias de los ciudadanos de la gran Rusia, porque era lo que hubiera faltado, y se nota. Como también se palpa la ausencia de turistas de Arabia Saudí aunque, por otro lado, si que se observa una considerable presencia de turistas marroquíes a quienes se les puede ver por los más importantes centros comerciales haciendo sus compras.


Ya lo único que nos haría falta es que este agobio multitudinario que caracteriza la época central del verano se complementara con un buen septiembre. Un mes en el que, obviamente, no se puede hablar ni por asomo del número de visitantes de agosto pero que, sin embargo, suele traernos turistas de alto nivel económico y generoso, gracias a lo cual nuestras estadísticas en cuanto gasto medio de los turistas, mejora sensiblemente.

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