'El Antes y el Después' por Jacqueline Campos
Ha sido una gran noticia que el bulevar de San Pedro
Alcántara haya sido merecedor de una distinción por parte de la Asociación
Española de Parques y Jardines Públicos, es un premio que todos aplaudimos.
Sobre todo los vecinos y empresarios de la zona que durante tantos años se han
visto perjudicados por las interminables obras del soterramiento de la A-7 en
su núcleo poblacional con la consiguiente desaparición de empresas y de
turistas. Un efecto negativo que ha repercutido durante un largo periodo de
tiempo en la hostelería, hoteles, alquileres de apartamentos y todo en general.
El citado reconocimiento, concretamente un accésit del
Premio Alhambra, se debe al diseño del bulevar y la conectividad conseguida en
el lugar. Era el objetivo del estudio de arquitectura que llevó a cabo el
sonado proyecto, romper la fisura que había entre la zona norte y sur de San
Pedro Alcántara y acercar el centro urbano al litoral. Aunque nunca llueve a
gusto de todos, desde luego la gran transformación ha sido indiscutible porque
se ha convertido en una zona muy visitada tanto por los sampedreños como por los que viven en los
alrededores.
Es el antes y el después de nuestro San Pedro que,
como manifestaban textualmente, ha supuesto todo un revulsivo económico, social
y medioambiental del municipio. Es de las pocas veces que, realmente, se han tenido
en cuenta las zonas de juego, paseo, estancias, carriles para bicicletas y que
sigue en plena expansión con la proyección de futuros espacios culturales y
gastronómicos. Resulta que le ha pasado como a Betty la fea. Me alegro, además,
por el grupo de empresarios que desde hace un tiempo le están dando vueltas a
la creación de una marca que agrupe al sector de restauración y ocio del lugar.
Si finalmente este proyecto se lleva a cabo, se
trataría de una idea fantástica que serviría como estrategia de diferenciación
y posicionamiento. Este tipo de iniciativas consiguen llegar al objetivo de ser
más competitivos y, no cabe duda, que garantizan un desarrollo económico y
social. No olvidemos que de una marca de ciudad o lugar fuerte se benefician
todos porque es una visión de futuro. Tenemos el ejemplo no muy lejos, en
Málaga, una ciudad que tantos años ha estado eclipsada y que hoy en día se ha
convertido en la joya de la corona.
Pero para ello hay que seguir el consejo de los
expertos en la materia que insisten en la importancia de implicar a los
ciudadanos en la construcción de una marca-ciudad que sólo funciona si éstos la
interiorizan. Tiene que haber compromiso, confianza y creatividad, y se está
demostrando que de todo esto hay, además de cultura, historia y gastronomía. Es
una suma de reclamos que nos empuja a la reinvención del lugar.
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