Columna Diario SUR. Sábado, 14 de febrero 2015
'Listos y Tontos' por Jacqueline Campos
Parece que todavía
hay quienes están convencidos que nuestra sociedad está dividida entre listos y
tontos. A este respecto y antes de entrar en calificaciones, me gustaría
recordar algunas palabras del profesor en Psicología, Núñez Partido. Dice así
‘si miras alrededor te será fácil comprobar que hay personas que demuestran una
destreza excepcional para practicar algún deporte, otros en cambio destacan en
los estudios, podrás identificar a algunos brillantes a la hora de comunicarse
y relacionarse socialmente’. Continúa afirmando que ‘algunos tendrán un don
para manipular, construir o arreglar cosas. Unos serán muy rápidos aprendiendo
y otros más precisos, los habrá que se fijen en las cosas de las que nadie se
da cuenta’. Y así podríamos seguir indefinidamente hasta llegar a la conclusión
de preguntarnos, listo o tonto según para qué.
Pues en este caso,
listos para defraudar a la Seguridad Social, la que religiosamente pagamos el
otro bando, el de los tontos. La maldita lacra del fraude que nos afecta a
todos los que luchamos por terminar con la chulería del que emite facturas sin
IVA con resuelto desparpajo y del que se cree más listo que nadie porque cobra
el paro y trabaja a la par. Debemos ser conscientes que el poco dinero que nos
han dejado los desalmados de tres al cuarto debe dedicarse a los que lo
necesitan por pura supervivencia y que aquellos a los que hemos encomendado la
labor de cuidar y velar nuestros intereses, amputen las manos de tanto
sinvergüenza.
Por este motivo,
que la Policía Nacional haya destapado un entramado de siete empresas con
domicilio fiscal en Marbella que presuntamente tenían como objeto defraudar a
la Agencia Tributaria, pone de manifiesto aquello de que la policía no es tonta
y que estos delincuentes se pasan muchos pueblos de listos. Por medio de la
operación ‘Wash’ han sido detenidas cerca de una veintena de personas que
tendrán que demostrar ese alto grado de ‘coeficiente intelectual’ que les ha otorgado
la Madre Naturaleza y que, cómo decía el profesor Núñez Partido, ese don para
manipular y fijarse en las cosas que a los demás se nos pasa por alto, veremos
si compensa o pasa factura pero con IVA.
La idea de la contratación falsa a personas, en su
mayoría extranjeras, por periodos cortos para solicitar subsidios, prestaciones
económicas o para regular sus papeles por medio de gestores que, incluso,
disponen de las armas pertinentes para realizar altas y bajas laborales en la
Seguridad Social, debe estar duramente castigada para que a nadie le vuelva a
quedar ganas de reírse de los derechos de los trabajadores honestos y
preocupados por la estabilidad laboral y el desarrollo socioeconómico de su
país. Y encima en Marbella, donde estamos contando los días para que finalice
el letargo invernal y celebramos con alegría la recuperación de puestos de
trabajo o la concesión de licencias de apertura de negocios. No estaría mal que
recordásemos aquello de que hay dos tipos de inteligencia, la ocasional y la del
trabajo. La primera depende de la suerte, la segunda es fruto del intercambio
de horas por conocimientos.
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