Columna Diario SUR. Sábado, 8 de noviembre 2014
'Encuestas' por Jacqueline Campos
Cada vez que se publica una encuesta, leemos
y escuchamos mucho de cómo se ha
cocinado. No sólo utilizan el término ‘cocinar’, que en ocasiones puede
conllevar insinuaciones negativas como manipular, los sociólogos también hablan
de ‘los ingredientes’ y ‘qué añade el chef’. Todo esto para cocinar bien una
encuesta y que resulte más difícil que nos quieran envenenar como en la antigua
Roma. Bueno, al grano, porque posiblemente el plato podría pasar una de las rígidas
pruebas que analizan los jueces de la prestigiosa guía Michelín, pero a la mayoría
de los políticos no les ha hecho ni pizca de gracia. Y prueba de ello es que
llevan toda la semana tirándose literalmente de los pelos, con un cabreo de
campeonato y tirando del almax debido a la acidez que les ha dado la indigesta
encuesta publicada estos días por el Centro de Investigaciones Sociológicas.
Cara a la galería parece que todos los
afectados se han puesto de acuerdo en decir que la gente está muy mosqueada y
que han tomado nota, pero de puertas para adentro, la realidad es otra. Es más,
de aquí a las elecciones puede pasar de todo, y más al ritmo que vamos. Como
decía el fundador del CIS en Málaga, los españoles no estamos cabreados con la
democracia sino con el funcionamiento de la misma. Hasta hace dos días, la
mayoría no teníamos ni idea que contenía el Código Penal y ahora forma parte
hasta del vocabulario habitual de cualquier tertuliano televisivo de tres al
cuarto. A todo esto, los sociólogos también nos recuerdan que al plato final,
es decir al resultado después de cocinar, se le llama estimación de voto y que
no tiene porque coincidir con el partido que haya obtenido la mayor intención
directa de voto. Así que al final, ‘ni pa ti ni pa mí’.
Entre esta noticia, las imputaciones de
la semana, que a este paso las veremos publicadas en serie y con foto como las
esquelas, y las mil reflexiones absurdas acerca de las dos palomitas azules del
WhatsApp, espero que a nadie se le haya pasado por alto el informe que revela
que un 24% de los jóvenes opina que la mujer tiene que quedarse en casa. Quizás
es el momento de reflexionar para qué tanta cocina de laboratorio si en la de
muchos hogares no hay forma de que se sienten padres e hijos para dialogar,
conocer cuáles son las razones de este retroceso tan preocupante y reafirmar
una causa por la que llevan luchando tantas personas y tantos años.
Con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia hacia
la Mujer, hemos conocido que en Marbella han descendido las consultas de las
víctimas de violencia de género pero no debemos olvidar que aún son 600 las
mujeres que han tenido que pedir asesoramiento. Los expertos aseguran que la
violencia doméstica no se da únicamente entre mujeres dependientes, con poca
formación, las jóvenes universitarias o mujeres de clase media y alta son
también objeto de este tipo de agresiones, aunque sus posibilidades hacen que
no se prolonguen. Pero que avanzados estamos para algunas cuestiones banales y
que primarios para otras tan sumamente importantes.
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