Columna Diario SUR. Sábado, 11 de octubre 2014
'Vaya Semanita' por Jacqueline Campos
Lejos de apuntar al conocido programa creado a partir de escenas de lo más disparatadas en múltiples escenarios,
me refiero a la semana que hemos vivido con la conmoción tremenda de ver cómo
ese temible demonio que es el virus del ébola ha irrumpido en nuestras vidas,
se ha instalado en nuestro territorio y ha alcanzado al hombre blanco y a su
mejor amigo. Un drama que se viene sufriendo desde hace tiempo en el continente
africano pero que, justo por eso, se sentía lejos de nuestras preocupaciones.
Interesa poco en nuestro país y, en general, en occidente las vidas de los
seres humanos en África y esta semana menos que la del mejor amigo del hombre.
Así somos en este primer mundo que tiene mayores preocupaciones que otros
continentes en los que la gente sufre tanto y la vida de un ser humano no tiene
el menor valor.
Por eso, aquí en España estamos más preocupados con lo de las famosas
tarjetas. Sí, de esas tarjetas que al parecer en algunas entidades se repartían
de manera que no hubiera nadie que protestara, lo que hace pensar que había
dinero para contentar a todos, sobre todo en algunas cajas de ahorro. Pero lo peor de todo, es que en el fondo han
sabido hacerlo para tener a todos contentos. La verdad es que el sistema ha
permitido mantener el tema al margen de todo control incluidos los agudos
auditores que, como en algunas otras cuestiones más domésticas, parece que se
enteran los últimos. El secreto se supone que debe haber estado en facilitar
que trinquen todos, que cobren los sindicalistas de la misma forma y cuantía
que los empresarios, que cobre la derecha al igual que la izquierda y, en fin,
que cobren también los independientes.
Por cierto, bajando a nuestro territorio no estaría de más requerir un
ejercicio de transparencia en las administraciones de la Costa del Sol y que salgan
a la luz pública los extractos de sus tarjetas. Es decir, que se aplique la
regla de luz y taquígrafos para que todos los ayuntamientos de municipios
costasoleños, desde Manilva a Nerja, las empresas municipales, Mancomunidades
de Municipios y Diputación Provincial, publiquen si sus cargos públicos,
funcionarios o altos responsables disponen de tarjetas de crédito y el importe
que se hayan gastado todos y cada uno de los titulares de las mismas en los
últimos cuatro o cinco años. Pero seguramente estoy planteando un imposible,
así que me gustaría equivocarme y ver esta lista la próxima semana.
Después se desconciertan al ver que la gente se apunta a alternativas políticas radicales ante tanto estancamiento en el poder, corrupción y falta de capacidad de
gestión para solucionar los problemas de esta sociedad. No es de sorprender que
la falta de reacción de los políticos tradicionales frente a esta ristra de
malas noticias que cada día aparecen ante nuestros incrédulos ojos, nos
descoloquen. Sobre todo, cuando nos hacen ver cómo todos ellos, ya sean de
izquierda o de derecha, se enriquecen de manera descarada gracias al pueblo al
que dicen servir.
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