Columna Diario SUR. Sábado, 18 de octubre 2014
'Un Consejo Más' por Jacqueline Campos
Hemos leído esta semana que un importante banco con implantación nacional
ha abierto una unidad de negocio turístico que ofrece un servicio global y
especializado a los agentes económicos que actúan en la industria turística. Es
decir, dirigido a hoteles, agencias de viajes, campings, hoteles rurales y
operadores turísticos en general e incluso también a las asociaciones
profesionales del sector. Ya era hora que la banca española se adapte a la
singularidad de la económica española y se preocupe de dar los servicios que
requiere una industria como la del turismo que supone, nada más y nada menos,
el 11 por 100 del Producto Interior Bruto (PIB) de España.
Una industria cuyo comportamiento es bastante mejor que el de la economía
general de España, ya que el PIB sufrió una caída del 1.2 por ciento mientras
que el del turismo creció un 0.9 por ciento y supuso la aportación al conjunto
de la economía española de la inmensa cantidad de 113.000 millones de euros,
que se dice pronto. Esta claro que el turismo está siendo el principal motor de
la recuperación, por usar un término optimista, de la economía española y, por lo
tanto, sus necesidades financieras van en aumento.
El hecho de que la banca sea capaz de jugar el papel que se demanda ahora
es crucial para que el turismo siga empujando la economía nacional, puesto que
no hay la menor duda de la capacidad de generación de actividades económicas
complementarias, empleo e inversión directa que este sector, con efectos especiales
inducidos, supone sobre otros muchos sectores económicos. Y de manera efectiva sobre los ingresos de la Hacienda
Pública que determinan, al final del ejercicio, que se puedan satisfacer las
necesidades de los servicios públicos.
Como ya hemos comentado en alguna otra ocasión, es importante que la
fortaleza y el atractivo del sector turístico y hotelero esté siendo percibido
por los inversores internacionales y que, además de ello, se esté beneficiando nuestra
Costa del Sol. El último ejemplo que tenemos es la reciente adquisición del
complejo turístico y deportivo de Sotogrande, que ha sido vendido a dos grandes
fondos de inversión americanos o la venta, operación casi cerrada, de un
emblemático hotel con campo de golf de Marbella a través del cual entrará en
Andalucía un importante grupo hotelero sudamericano.
Por este motivo, está muy bien que desde nuestro Ayuntamiento se den los
pasos para que después de muchos años vaya a constituirse el Consejo de Turismo
de Marbella, aunque algunas de las ideas que se barajan se hayan quedado
anticuadas después de tantos años de gestación. Esperemos que este Consejo sea
realmente efectivo, que no sea uno más de los muchos que existen y que acoja a
todos los sectores y asociaciones del sector que, con transparencia y
profesionalidad, ayudan a establecer una adecuada estrategia para el mejor
desarrollo posible de esta perla del turismo que es nuestra Marbella y la Costa
del Sol.
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