Columna Diario SUR. Sábado, 4 de octubre 2014
'Paseo' por Jacqueline Campos
Hoy puede ser un gran día,
plantéatelo así,
aprovecharlo o que pase de largo,
depende en parte de ti. Si lo dice Serrat
será por algo así que, aprovechando este clima de entretiempo, una de las
mejores opciones puede ser una buena caminata por el paseo más largo de la
costa malagueña. Desde Marbella a Puerto Banús, podemos atravesar un sinfín de
chiringuitos, restaurantes, hoteles, terrazas, tiendas, piscinas privadas,
muelles, casoplones y otras hierbas a lo largo de, aproximadamente, una hora y
media. Un recorrido al borde de la playa que podemos aderezar con clases de
historia y visitar un campo de ruinas romanas que aún se conservan, Las Bóvedas
y la basílica paleocristiana de Vega del Mar.
Si no nos entretenemos más y tomamos como guía la famosa escultura rusa,
que a día de hoy todavía no entiendo a cuento de qué sigue estando ahí,
llegamos a través de la que denominan una de las pasarelas peatonales más
largas del país hasta Puerto Banús. Momento en el que puedes decidir dar la
vuelta o quedarte a tomar un tentempié en cualquiera de los espacios que
completan una guía de restauración muy atractiva. Además, bien nos decía el
cantautor aquello de saca de paseo a tus instintos
y ventílalos al sol
y no
dosifiques los placeres;
si puedes, derróchalos.
Siempre viene a mi memoria lo que era este puerto y lo que ha significado
para los que vivimos aquí. El decano de los puertos deportivos de Andalucía y el gran referente de
lujo que ha impulsado desde los setenta el desarrollo turístico, social y
económico de Marbella. Un recinto portuario entrañable
cuyos accesos en aquellos años eran realmente complicados, en alta temporada o
días de lluvia, a lo largo de un camino de tierra por el que los coches
transitaban en una sola dirección por la ahora convertida Avenida de Julio Iglesias.
Aún así era divertido bordear Banús por una campa hasta llegar al famoso cine
que era la máxima expresión cultural que disponía la zona. Estamos hablando que
antaño los vecinos teníamos unas infraestructuras pésimas y, por consiguiente,
escasos equipamientos culturales.
Pero, para bien o para mal, todo llega, todo pasa y todo cambia y esta
semana nos llegaba la agradable noticia de que precisamente los actuales cines
de Puerto Banús, a pesar de las dificultades por las que atraviesa este sector
con continuos cierres de establecimientos, presentan un ambicioso plan de
remodelación y modernización, al mismo tiempo que una nueva dimensión con su
vinculación a la organización de eventos y actividades culturales en sus
espacios. De esta forma, este lugar plagado de comercio, ocio, náutica y
gastronomía, puede disponer también de una oferta cultural vinculada con la cinematografía
y, con ello, ampliar su capacidad de atracción para los miles de visitantes que
nuestra ciudad recibe anualmente y para quienes vivimos aquí todo el a ño. Los que necesitamos el aliciente cultural que nos
permita disfrutar del escaso tiempo libre que nos deja el agobio de tanto
trabajo y esfuerzo que requiere para todo el mundo el poder ganarse
decentemente la vida.
Una oferta cultural que estará acompañada de un bienvenido plan de
remodelación de la plaza Antonio Banderas, una zona de gran movimiento comercial y que desde su
construcción hace veinte años no se había tocado. Por cierto, en este espacio
abierto se habló, y mucho, de la posibilidad de abrir un museo dedicado al
constructivismo, una iniciativa que en su día impulsó el artista Luís Caruncho.
Una pena que nunca viera la luz porque la cultura es el camino que hace nobles
a los pueblos pero, quien sabe, todo llega, todo pasa y todo cambia. Por cierto,
que no se me olvide que la vuelta del paseo imaginario lo puede hacer usted en
autobús, taxi o barco.
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