Columna Diario SUR. Sábado, 6 de septiembre 2014
'Pastel sin Guinda' por Jacqueline Campos
Marbella dispone de una extraordinaria capacidad
hotelera, alta gastronomía, servicios, clima, golf y, sobre todo, muchas ganas
de ser uno de los destinos turísticos más importantes de España dentro de todas
sus facetas y entre ellas el segmento del turismo de congresos y reuniones. No hace
falta que recordemos que se trata de uno de los negocios del referido sector nacional
que parece no estar en crisis según
los datos que facilitó en su momento el Balance
2013 del Spain Convention Bureau, una fiel radiografía y evolución del turismo
de reuniones en España que utiliza como referencia a 52 ciudades. Hay un dato
muy interesante para nosotros y es que las reuniones se han incrementado en las
ciudades de tamaño medio de entre 100.000 hasta el millón de habitantes y, por
el contrario, han disminuido en las dos
grandes urbes, Madrid y Barcelona.
Quiere decir que tenemos muchas papeletas
para beneficiarnos de una buena porción de las casi 20.000 reuniones que España
acogió el año pasado y en las que participaron más de 3 millones de personas
con una media de 175 asistentes por reunión. Si tenemos en cuenta que cada uno de los participantes en una
jornada, convención o congreso organizado se gasta una media de 500 euros entre la inscripción, viaje, alojamiento, alimentación,
compras, transporte y entretenimiento, el impacto económico es importante, sobre todo en los meses de mayor tasa de
celebración como son mayo, junio, octubre y noviembre. Y aquí es donde radica la
importancia de este negocio, el gran gasto que realiza cada uno de los
asistentes en una temporada que puede considerarse media/baja para cualquier destino vacacional.
No cabe la menor duda de que Marbella tiene un escenario
ideal en el que librar una gran batalla
de competitividad para conseguir ponernos en la primera fila de un segmento
turístico que, realmente, viene a nuestra ciudad como anillo al dedo por la
variedad de sus aportaciones y por el comentado y trascendental efecto en la
estacionalidad. Y precisamente este fin
de semana 160 representantes del mundo empresarial, político y cultural de España
y Estados Unidos debaten temas de gran interés para ambos países y estrechan
vínculos en el hotel D. Carlos dentro de un destacado e importante foro. Se
habla de todo un récord de participantes que asistirán a las sesiones de
trabajo mientras sus acompañantes tendrán la posibilidad de disfrutar de
visitas guiadas por distintos lugares de
Marbella, como son el casco antiguo o Puerto Banús.
Recuerdo cuando a
principios de año nos llevamos el gato al agua trayéndonos un buen puñado de
congresistas que querían descansar en hoteles de cinco estrellas entre jornada
y jornada del intenso Foro Samsung que se celebró en Málaga. Un oferta hotelera
de alto nivel que nos identifica y, seguramente, el principal motivo por el
cual se celebre estos días el XIX Foro España-Estados Unidos. Un suculento
pastel aunque sin guinda, desde luego no seré yo quien eche leña al fuego al
cabreo colectivo que sobra mencionar, pero nos han quitado el caramelo de la
boca al margen de vaivenes políticos y estratégicos respecto de los que la gran
mayoría de los ciudadanos nos mantenemos alejados. Es una lástima que,
finalmente, la foto del fin de semana se la lleven otros y que los vecinos de
esta ciudad hayamos hecho bien las tareas. Parece que no ha sido suficiente
para que nos levanten el castigo.
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