'Tambores de Guerra'

COLUMNA DIARIO SUR. Sábado, 25 abril 2015.
'Tambores de Guerra' por Jacqueline Campos


Suenan tambores de guerra. Electoral, claro está. Después de nuestro especifico atragantón de las autonómicas andaluzas, nos acercamos ya al gran espectáculo, a la gran batalla de las elecciones locales y provinciales a las que en algunas comunidades se unen las que nosotros adelantamos, es decir, la de los gobiernos regionales. Realmente, ya hace tiempo que se desenfundaron cuchillos, lanzas, pistolas, escopetas y, en general, armas de todo tipo para librar la batalla que cada cuatro años los partidos políticos plantean en el escenario de cada uno de nuestros pueblos y provincias. Todo lo que haga falta para conseguir las mejores tajadas de miles de puestos de concejales, diputados provinciales y autonómicos y otros tantos miles, probablemente más, de puestos directivos en empresas municipales, provinciales y regionales que manejan todas ellas muchísimos cientos,  cuando no miles, de millones de euros.


Son puestos políticos, de empresas públicas y, en definitiva,  puestos de trabajo que los partidos políticos necesitan para poder mantener sus mastodónticas estructuras. Nos referimos a las de los partidos tradicionales y también, en cuanto empiecen a acariciar poder, los partidos emergentes. Qué por mucho que se disfracen de seda son, eso, partidos políticos. Porque no nos engañemos, si los dirigentes de los partidos no dan de comer a su plebe, es decir, si no colocan bien a sus adeptos, difícilmente sacan adelante las asambleas locales y demás. De ahí, que después veamos tanto enchufado, tanto sueldo de lujo en el bolsillo de gente mediocre, o cuando no inútil, y tanto incompetente disfrutando de parafernalias múltiples y diversas.


Ahora empiezan también los grandes cantos de sirenas, a los que nos acostumbran esas mismas organizaciones cada cuatro años. Es ahora cuando los cargos se dan cuenta que pueden llevar a cabo cambios sustanciales en gestiones municipales y poner en marcha algunas de las obras siempre pendientes para arreglar calles y vías de nuestros pueblos y ciudades. Y gracias a Dios que las Juntas Electorales han prohibido las inauguraciones. ¿Pueden imaginarse el rosario infinito de cortes de cinta, placas y puestas en escena con las que tendríamos que desayunar cada mañana? Mira que hay televisiones locales, que hasta en las pedanías podemos encontrar algún canal. Pues serían pocas para dar cobertura a tanta inauguración que tendríamos de la mano de los que, en esta época electoral, parece que se toman alguna pócima mágica para poder soportar tantísima actividad. Hay que reconocer lo que nuestros políticos son capaces de desarrollar desde que se anuncian los tambores de guerra…electoral.


Y mira que soy de las que piensa que ya tenemos planteamientos políticos e ideológicos suficientes en las elecciones europeas, nacionales y autonómicas y que, por tanto, las municipales deberían estar más centradas en la capacidad de gestión. En el cumplimiento de las competencias que la ley atribuye a los ayuntamientos y provincias, lo que interesa a los ciudadanos de la forma más eficiente y al menor coste. Pues nada, se empeñan en complicarlo.


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