Columna Diario SUR. Sábado, 10 de enero 2015
'Marbella, Un Golpe de Cinco Estrellas' por Jacqueline Campos
Ayer conocimos
la muerte del actor australiano Rod Taylor, una de las grandes estrellas del
cine americano, que protagonizó más de 50 películas a lo largo de toda una vida.
Posiblemente su papel más recordado es el que interpretó en ‘Los Pájaros’ del
maestro Hitchcock, pero en esta ciudad no olvidaremos su divertida estancia
cuando hace treinta años rodó bajo las órdenes de Miguel Hermoso. La película
se llamó ‘Marbella, un golpe de cinco estrellas’ y le acompañaron actores tan
castizos como Fernando Fernán-Gómez, Francisco Rabal y Sancho
Gracia así como las guapas Emma Suárez y Britt Ekland. Aventuras en la Marbella
de millonarios y traficantes varios era literalmente el post oficial de la
cinta y en su fotograma se podía leer ¿Cómo puede darse en Marbella el golpe
del año?
Para los que vivíamos aquí entonces,
recuerdo que su rodaje levantó una gran expectación por el reparto y por
ver qué amigos y conocidos salían en las calles, hoteles y puertos finalmente
todos mezclados, de forma que en una misma escena veíamos una Marbella y un
Puerto de la Duquesa como si se tratase del mismo lugar. La película dudo que
hubiese optado a ningún Goya, premios que nacieron dos años después, porque era
mala de narices. Absurda pero divertida. Además, la cinta no fue a parar a saco
roto porque resultó ser la pionera de otras películas grabadas y vividas en
Marbella. Seguro que recordarán ‘Torrente 2: Misión en Marbella’ con ese
inimitable y rocambolesco expolicía en
plena Costa del Sol, concretamente en el Ayuntamiento de Marbella, llevando a
cabo sus delirantes pesquisas como investigador privado para intentar desenmascarar
y detener a un peligroso traficante de armas que pretendía destruir la ciudad
si no le pagaban 2.000 millones de pesetas.
Y como la realidad en ocasiones llega a superar la ficción, después vendría
esa gran serie que duró doce años, dirigida por un conocido de todos ustedes. En
aquel entonces estaba acompañado de un gran elenco de actores amateurs pero con
muchas ganas de triunfar en el séptimo y otras artes, aunque ya tendrán ustedes
en mente donde dieron realmente en la diana. Posteriormente, se puso en escena
una especie de esperpéntico ensayo cinematográfico con tres directores, unos
con más personalidad que otros. Un trío con muy malas artes, y recuerdo que
también con malas pulgas, que terminó en el espacio de dos años por los aires
como se precia en un buen culebrón. En resumidas cuentas, que hasta ese 2005 tanto
el título como la ocurrente frase que figuraba en el cartel de la película de
Rod Taylor, fueron una premonición en toda regla.
Afortunadamente, hay que reconocer que la influencia de esas famosas
películas dejaron de verse de manera tan clara y que, desde el lejano año de la
gestora municipal, otros filmes han tenido más influencia en los actores de
nuestra ciudad por más que estemos soportando desde hace mucho tiempo reveses
de todos los colores, al igual que le ocurre al cine español, con la falta de
subvenciones, recortes y subidas del IVA.
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