'Y se Montó el Belén'

Columna Diario SUR. Sábado, 13 de diciembre 2014

'Y se Montó el Belén' por Jacqueline Campos

En estas fechas tan entrañables, los españoles ya tenemos el Portal. Pero no el de Belén, sino el de la Transparencia que aunque en el deseo de sus responsables haya existido un alarde de sinceridad política, para el gran número de los mortales ha habido más bien lo que se entiende como presunta premeditación y alevosía en esta época que nos está tocando vivir o sobrevivir. Vaya desbarajuste de sueldos e indemnizaciones, ex consejeros percibiendo grandes sumas durante dos años tras dejar sus cargos, cerca de trescientos altos cargos cobrando mucho más que un presidente del Gobierno y sus ministros, un treinta por ciento menos que los secretarios de Estado. Así se explica uno el tiempo libre, los posibles y las ganas que tienen algunos para tontear con niñatos y lo que no son niñatos.

El estreno esta semana del citado Portal, que bien merece una docena de caganets con coleta y sin ella, viene a poner en evidencia que en este país pagamos muy mal a los políticos con las más altas responsabilidades y, en cambio, permitimos que los que están en la retaguardia vivan a papo de rey y campen a su anchas ante la atenta mirada de los cerca de cinco millones de parados que están a verlas venir. Valiente Belén que han montado en internet con este nuevo proyecto que, por cierto, ha costado 300.000 euros y que en las primeras horas ya tenía medio millón de visitas que constataban tanta incongruencia salarial. Capítulo aparte, merece echar un vistazo a lo que pagamos a los presidentes y directores de sociedades estatales y entidades empresariales públicas. Consejo, tomar antes un omeoprazol por aquello de los reflujos.

Y como ésta parece haber sido la semana nacional de las supuestas cuentas claras, pues los malagueños también conocíamos el II Informe de Transparencia que pone en conocimiento de los vecinos los resultados de la prueba del algodón realizada a todos los ayuntamientos de la provincia. Qué gracia hace escuchar que la transparencia no debe ser una competición entre consistorios, pues claro que no, hasta ahí podíamos llegar. Es una obligación ante los ciudadanos fritos a impuestos y multas muchas veces sacadas de la manga. La pena que todos no hayamos corrido con la misma suerte ya que actualmente el 39% de las casas consistoriales malagueñas presentan un nivel alto de transparencia, el 27% un nivel medio y el 34%, bajo. Más de la mitad se quejan de la falta de recursos para tener toda la información actualizada. Según este informe, el ayuntamiento de Marbella estaría aprobado con nota.

Ahora, tras tantísimas flores, en otro alarde de coherencia, no estaría nada mal que con tanta sobredosis de transparencia se dieran a conocer los numerosos contratos que, por arte de birlibirloque, han recaído entre familiares y amigos de los bien pagados políticos de ayuntamientos, mancomunidades, diputaciones, consejerías, ministerios y demás sociedades y entidades. Y que, en otro alarde de sensatez, pongan sus puestos de trabajo a disposición de los miles de trabajadores que, con altísimas cualificaciones, se encuentran en la puñetera calle. Este mensaje no debe entenderse como un planteamiento antisistema sino como una petición de los muchos ciudadanos que creen en la democracia y piensan que la constitución sigue siendo un elemento fundamental.