Columna Diario SUR. Sábado, 11 de enero 2014
'Monopoly' por Jacqueline Campos
Todos
queremos un 2014 lleno de energía, fortaleza, optimismo y decisiones valientes,
al mismo tiempo que lo único que deseamos es olvidarnos de un año cargado de
retrocesos, envidias, miedos e inseguridades. La confianza en la economía
parece que recupera niveles que se asemejan a los que existían en la antesala
de la crisis en nuestro país, allá por el 2007. Una economía que permitirá
registrar una tasa de crecimiento positiva en el tercer trimestre de este año,
aunque con una recuperación lenta. Si traducimos estas halagüeñas perspectivas en consumo privado, nos
encontraremos con un crecimiento tímido por la persistencia de aspectos
negativos como la todavía alta tasa de paro, mientras que en el consumo público
los datos apuntan que continuará ajustándose para cumplir con el déficit.
También
es interesante analizar que pasará con la inversión en el sector de la construcción,
sobre todo en Marbella y alrededores, un área donde la recuperación en esta
materia está muy lejana del inicio del crecimiento, por lo que seguirá
arrastrando una pésima actividad económica durante algunos años más, aunque de
una forma más suave que la sufrida hasta ahora. Esta semana conocíamos que los
proyectos de nuevas viviendas no llegan a mil, estamos hablando de un mínimo
que se iguala al de hace cincuenta años. Este sector toca suelo en Málaga y
provincia por lo que se da carpetazo de momento a casas unifamiliares, pequeñas
promociones, grandes urbanizaciones y proyectos de gran envergadura. Esto
parece el juego del Monopoly.
La mayor razón
de esta caída, que oscila entre el ochenta y el noventa por ciento, se esconde
en la falta de créditos. La construcción aquí, y en cualquier lugar del mundo,
lidera la creación de empleo en el sector servicios y suaviza la estacionalidad
en un destino turístico como la Costa del Sol. Pues ya nos podemos ir
preparando porque hasta dentro de dos años parece que no hay perspectivas de
que se presenten nuevos proyectos con los consabidos puestos de trabajo en
número importante. Ningún promotor va a forzar la máquina hasta que no se
agoten las viviendas que componen el gran stock que satura el mercado.
Una
encuesta desvelaba hace unos días que dos de cada tres ciudadanos no esperamos
cambios en la situación económica para este nuevo año y que los
sectores que antes empezarán a notar la recuperación de la crisis serán el
comercio y la industria manufacturera. Estamos ante un baile de cifras y
opiniones que confunden a más de uno y apañados vamos si además debemos
dejarnos guiar por lo que dicen los entendidos, como la directora del Fondo Monetario Internacional quien asegura que países
europeos como España e Italia prácticamente han vuelto a la situación anterior
a la crisis económica. Lagarde debería ser más comedida a la hora de
hacer este tipo de declaraciones que apenas han sido recogidas por algún
rotativo internacional. Una afirmación que no se sostiene ni desde el punto de
vista económico ni desde el social.
En
cualquier caso, si de verdad las expectativas son mejores en los aspectos que
más nos preocupan, ya tenemos motivos esperanzadores para afrontar este nuevo
año. El esfuerzo y una optimista actitud a la hora de buscar empleo tienen que
seguir siendo el gran acicate para continuar en la lucha diaria. Pero confiando
exclusivamente en nuestras propias posibilidades, no esperemos nada de los
otros. Ustedes ya me entienden.
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